Control biológico
Descripción:
El control biológico se basa en la suelta de enemigos naturales con el objetivo de controlar los organismos que causan daño en el cultivo (plagas). Concretamente, el control biológico busca la reducción de la población de la plaga a unos niveles que no causen daños económicos y que garanticen la supervivencia del agente controlador (enemigo natural).
Existen diferentes tipos de control biológico:
- Control biológico clásico: consiste en la introducción de una especie exótica para el control de una plaga. El objetivo es que se establezca de forma permanente, pasando a formar parte de la fauna de la zona.
- Control biológico aumentativo: consiste en incrementar la población de enemigos naturales mediante crías en laboratorio, para luego liberarlos en gran cantidad varias veces al año.
- Control biológico por conservación: se basa en la modificación del entorno y de las prácticas existentes con el fin de proteger y aumentar la población de enemigos naturales ya presentes en el entorno.
Dentro de los enemigos naturales pueden distinguirse artrópodos depredadores y parasitoides y otros organismos entomopatógenos (bacterías, hongos, nematodos y virus).
A continuación se citan varias familias importantes de fauna auxiliar:
- Chinches depredadoras:
Dentro de las chinches depredadoras se encuentran dos familias importantes: los míridos y los antocóridos.
Los míridos son muy polífagos y presentan cuerpo delgado y extremidades largas. Además de ninfas de mosca blanca, también se alimentan, entre otros, de pequeñas larvas, pulgones y trips. Un ejemplo de mírido son los Macrolophus.
Los antocóridos también son depredadores polífagos, pero se caracterizan por su pequeño tamaño y su coloración negra. Son empleados en el control de psila, araña roja y trips, pero también se alimentan, entre otros, de pequeñas larvas y pulgones. Un ejemplo de antocóridos son los Orius.

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